La red social Facebook fue creada
a comienzos del siglo XXI, en 2004, por un estudiante de la Universidad de
Harvard, Mark Zuckerberg, en compañía de Eduardo Saverin. Al principio era sólo
un sitio web donde los estudiantes de esa universidad podían crear un perfil
propio a fin de fortificar sus relaciones sociales con otros miembros de la
misma, pero pronto comenzó a extenderse por las demás universidades de los
Estados Unidos, facilitando así que surgiera el término de red de comunidades.
Un año después de su creación, en
2005, ya contaba con 11 millones de usuarios y el apoyo de diversas empresas,
como Greylock Partners y Meritech
Capital Partners, y ya había “cruzado el charco” para incorporarse a las
también nuevas vidas de miles de estudiantes europeos, a pesar de que únicamente
existía la versión en inglés.
Fue en 2006 cuando
comenzó el gran salto de Facebook. A partir de ese año ya no solo eran los
estudiantes los que podían crear su perfil, sino todo aquel que tuviera una
dirección de correo electrónico. Ello, unido al lanzamiento de la versión en
castellano, alemán y francés en 2008 ha posibilitado que Facebook se convierta,
ya en el año 2012, en un auténtico fenómeno de masas, alcanzando los 600
millones de usuarios en todo el mundo.
Un hecho importante en la
historia de esta red social se produce a finales de 2007, cuando vende una
parte de sus acciones (el 1’6%) a Microsoft por la cuantía de 240 millones de
dólares, a cambio de incluir publicidad de empresas que buscan atraer clientes
a través de la web.
Mark Zuckerberg, gracias a todo
el éxito que ha tenido esta empresa, se ha convertido en una de las personas
más poderosas económicamente del mundo. De hecho, es considerado como el
billonario más joven de la Tierra, como se comenta en la recta final de la
película “la red social”, que relata cómo se creó Facebook.
Identidades reales
Una de las características más
propias de Facebook, y que lo diferencia de otras redes sociales como Tuenti o
Twitter es que los nombres de los perfiles corresponden inequívocamente al
nombre de la persona que es dueña de ese perfil, lo que nos permite tener una
mayor conciencia de quienes son nuestros amigos y a quienes no debemos admitir
como tales.
Política de privacidad
En la política de privacidad de
Facebook se hace referencia en numerosas ocasiones a la publicidad: esta
empresa utiliza las cookies de nuestro ordenador para saber qué páginas web
visitamos y, en función de ello, vender la información a los anunciantes (lo
que constituye una de las fuentes de financiación más poderosas y fiables para
Facebook). De acuerdo con ello, esta política de privacidad añade que nuestra
información puede ser utilizada para ofrecernos anuncios personalizados o
anuncios sociales.
Además, guarda la
información sobre lo que realizamos dentro de esta plataforma (comentarios en
muro, agregación de colegas, mensajes privados…), puede guardar incluso el
número de cuenta o tarjeta de crédito si hemos realizado una transacción
bancaria, puede obtener cualquier tipo de información sobre nosotros a través
de nuestros amigos y, por supuesto, no se hace responsable de las políticas de
privacidad de las páginas web cuyos links deambulen por él.
Leyendo estas líneas uno se puede
dar cuenta de la cantidad de problemas que pueden surgir simplemente con crear
un perfil en una red social. Sin embargo, esto no parece ser una cuestión
importante para los usuarios, pues el número de éstos crece a niveles
estratosféricos día a día.
Diego García Maroto
Quizás una de las razones por las que los usuarios no nos preocupamos acerca de lo que ocurre con nuestros datos es que no solemos hacer caso de las políticas de privacidad, como ya mencioné en un comentario. Casi nadie se molesta en leer las condiciones de uso, un grave error, desde luego. Asimismo, y como usuaria de Facebook, doy fe de que la empresa tiene parte de culpa, pues cuando se realizó un cambio importante en las políticas de privacidad, Facebook avisó con muy poco margen de tiempo, con lo cual no pude sumarme a la votación sobre si aceptarlas o no hasta que fue demasiado tarde.
ResponderEliminarAsimismo, es, en mi opinión, gravísimo el que tus datos no solo puedan ser conocidos, sino almacenados durante un tiempo indefinido, incluyendo (y esto sí que es indignante) los mensajes privados que mantengas con quien quieras. Es una violación de nuestra intimidad en toda regla que, por desconocimiento o vaguería al no leer las políticas de privacidad, tenemos que aceptar sí o sí.
Por último, me gustaría recomendaros el libro "Los Numerati" de Stephen baker. Es asombroso, os lo aseguro. Habla precisamente de las cookies y del seguimiento que se hace de nuestras visitas en la red. Realmente imprescindible.
Andrea Chantada Oubiña